jueves, 14 de abril de 2016

REFLEXIÓN CRÍTICA




A través de los textos y videos en los que se enfatiza el tema de la ética, se puede reconocer la importancia de examinar ésta como eje fundamental en el buen desarrollo de las empresas, así como del ser humano, individual y colectivo, en sociedad. Francesc Torralba, hace hincapié en el tema empresarial, en que las compañías se han dedicado, en su gran mayoría, a promulgar unos códigos de ética que finalmente no aplican, códigos que se convierten en simples cosméticos y que limitan el buen funcionamiento corporativo.

Cuando desde las empresas se muestra una tranquilidad absoluta con respecto al tema ético, la forma de trabajar y de trasmitir a los clientes, se vuelve errónea, carente de bases fundamentadas y de poca credibilidad, siendo ésta además, causal del desequilibrio de las mismas.

François Vallaeys, en su discurso virtud, justicia, sostenibilidad, una ética en 3D para RSE, dentro del segundo congreso de responsabilidad social, ética y desarrollo, habla sobre el afán que tienen la mayoría de empresas en lucrarse y lucrarse cada vez más, por encima del medio ambiente, el mismo que permite que vivamos. Todo se ha convertido en una competencia por quién consigue posicionarse más en el mercado, sin importan a costa de que. En pocos lugares se tiene conciencia sobre la afectación que genera la forma de trabajar en la industria, y entre las pocas obras a conciencia que se llevan a cabo para tratar de rescatar o por lo menos mitigar los daños que se causan a diario al medio ambiente, está la declaratoria de la comisión europea el 25 de octubre de 2011, donde se declara la “responsabilidad social de las organizaciones por sus impactos”. Y aunque es evidente que éste no es una reparación concluyente, se empieza por lo menos a mostrar un interés más generalizado sobre la dura problemática que afrontamos.


 En las lecturas realizadas, donde a través de diferentes temas se hace referencia principalmente a la ética, se puede concluir que la sociedad aún tiene un amplio camino por recorrer antes de llegar a ser seres plenamente éticos, seres de conciencia amplia, quienes acepten a las personas tal y cómo son, por lo que valen y no por cómo se ven, personas íntegras que no promulguen a diestra y siniestra lo que no pueden realizar, seres con bases fundamentadas sobre lo que significa para ellos ser personas éticas y cómo lo aplican en su diario vivir, no solo de manera individual, sino como grupos que conforman dentro de su estudio o trabajo, mejor aún, como grupos de amigos.

Cuando se habla de la Bioética, de los pros y los contras que puede tener para una sociedad como la nuestra el hecho de que se integren nuevas formas de modificar, mejorar o eliminar lo que puede ser naturaleza para el ser humano, se llega al enigma de lo que está bien por simple convicción o porque realmente se considera de eta forma. Y aquí puede entrar el tema de la diversidad, esa que nos hace únicos, y que por una u otra razón a algunas personas puede no agradarle, a aquellas mismas que consideran que alguien con limitaciones físicas no tiene la facultad para desempeñarse en cualquier cargo público, cuando evidentemente las limitaciones llegan a ser más mentales que físicas y, por lo general, quienes poseen un limitante físico demuestran sus extremas habilidades obtenidas con un mayor esfuerzo, por lo que se hacen más evidentes y merecedoras.